6/21/2010

Jabulani el balon copa mundo 2010


Una vez que se observa detenidamente el balón oficial de la copa mundo 2010, me he preguntado el por qué de sus características, sobre todo en la redondez de precisión prácticamente exacta y el diseño de su superficie de cierta textura “un tanto rugosa”. Podríamos fácilmente creer que se trata de un diseño caprichoso de quienes los elaboran, pero esto no es así, sino que detrás de esta rugosa superficie existe una razón de peso para esta apariencia.

Si nos remontamos a las leyes de la hidrodinámica, nos encontramos con un principio físico llamado “Efecto Magnus”, el mismo que provoca una trayectoria curva sobre cualquier objeto que, a la vez que se desplaza en una dirección, gira sobre sí mismo en un eje perpendicular al plano que se mueve.

Al girar en el aire el balón, presenta un lado que se mueve en dirección contraria a la de su desplazamiento, mientras que el lado opuesto se mueve en la misma dirección del movimiento producido por el impulso inicial.

Por un principio básico de física, encontramos que un objeto que se desplaza dentro de un fluido, arrastra parte de ese fluido a su alrededor. Por lo tanto, se provocaría un desplazamiento relativo del aire que está cerca de la bola respecto del resto del aire a su alrededor, siendo más veloz en la parte de movimiento de rotación que está a favor del movimiento del desplazamiento.

Para entenderlo más claramente, imaginemos desde arriba el desplazamiento del balón de fútbol proyectado hacia el frente, el mismo que se hace girar en sentido horario. Aquí la fuerza del “Efecto Magnus” sobre el lado izquierdo del balón será mayor que en su lado derecho, provocando por consiguiente que la trayectoria se curve hacia la derecha.

Pero también hemos de mencionar que este fenómeno físico es proporcional directamente con la densidad del fluido, en este caso, del aire. Recordemos que el aire es más denso en invierno que en verano, así como también es más denso a nivel del mar que a mayor altura, siendo este el motivo por el cual es más sencillo enviar un balón con trayectoria curva en el invierno (qué cómo todo el mundo sabe, inicia el 21 de junio en el hemisferio sur), como también cuando uno se halla al nivel del mar.

Según la teoría expuesta, la superficie rugosa del nuevo balón ayuda a aumentar el arrastre del aire próximo a ellas, por lo que el “Efecto Magnus” será mayor, lográndose de esta manera conseguir trayectorias curvas más fácilmente.

Su servidor NO es un experto en el deporte del balompié, sin embargo las leyes físicas aplicables en el caso expuesto, me permiten recomendar que  encarecidamente consulten la información del producto  que se encuentra en la siguiente liga (su servidor sólo encontró esta marca, en una corta búsqueda en internet):
Y reitero: O cualquier otro producto similar de cualquier otra marca, pero eso sí: que aumente la adherencia entre el zapato y el balón.  Mi humilde recomendación para que los jugadores puedan mejorar el control sobre “el esférico”, es la siguiente: el producto se debe de aplicar SOBRE LA SUPERFICIE SUPERIOR DEL CALZADO, ergo: Empeine, puntera y cualquier otra parte del zapato que pueda tener contacto con la pelota y por supuesto, en los guantes y el uniforme completo del portero.

Atentamente:
Genaro Hernández Reyes
Estudiante de la 
Carrera de Ingeniería Mecatrónica
Facultad de Ingeniería, UNAM.

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