Nunca se han preguntado por que la mayoría de los malditos hijosdeputapatanesamantesderbdabrazaarbolesmevistodelevisperosoycomunista siempre van a cafeterías a tomar café decaf. Por dios eso es una pinche blasfemia a todo lo que es bueno y agradable, putos putos putooooos como se atreven a hacer semejante pendejada, es como limpiarse el anacleto sin haber cagado.
Todo comenzó el día en el cual lleve a una amiga a un centro comercial (no diré nombres para no quemar reputaciones) y ella me dijo -¡Mira! Un Starbucks- yo de repente sentí un escalofrió que me llegaba desde la base de la nuca hasta la base de la espalda, ya sabia yo que ella quería entrar, para lo que respondo de una manera apatica – ¡Ah si! Que bueno- y emocionada, con un brillo en los ojos, me respondió – Ándale hay que entrar- y yo pues desdichadamente acepte ese maldito sino.
Entramos, nos formamos en una fila en la cual observe una gran variedad de fenómenos tales como niños gay, señoras en medio de un litigio legal por la custodia de un vástago, damas de compañía, pseudos intelectuales leyendo el periódico local tomando un “frapuchino” (que cosa tan más gay), etc.
Bueno esto no fue lo peor, si no el hecho de que cuando pedí un Express corto (por lo general el café es una mierda en todos las cafeterías) el dependiente me respondió – ¿Qué es eso? – en mis adentros, nada más se me revolvió el estomago, me dieron ganas de gritar “Hijo de tu chingadisisisisisisisima madre, ¿Cómo jergas no sabes que es un Express corto? Trabajas en una cutre pero al fin cafetería”, darle unos buenos golpes hasta que se me rompieran los nudillos, patearlo y escupirle su ensangrentada cara.
ME CALMO, RESPIRO Y VEO ALREDEDOR.
Después de un silencio descomunal dije – Si, mira agarras tu palito ese con el que haces café, si esa la del mango negro, perdón esa cosa de donde la agarras de color negro, le pones café hasta que éste se derrame un poco, no mucho por que lo desperdicias, no lo aprietes, lo pones en la cafetera, ha si esa madre roja que saca vapor, esperas a que salga un liquido parduzco y no dejes que salga mucho de ese liquido, ya ves así se prepara uno de esos. – Ya después de eso, vi una cara de enojo en él, pero hizo exactamente lo que le indiqué anteriormente, asegurándome de que no escupiera en mi café le pague los 19 pesos peor gastados. Nos sentamos y yo empecé a degustar del aquel fatídico café, pero ash, sabia como a hierba con azúcar quemada, a lo que refinadamente exprese mi repusion – ¡Esto sabe a hierba! pput@ madre que asco, que picneh asco-
Parece que ya no hay lugar para gente como yo.
